Hace muchos años, al pie de un volcán rodeado de una hermosa montaña, espacio sagrado, habitaban duendes, algunos intranquilos porque su taita estaba muy enfermo y por esta razón estaban bajo el mando del malviento que les daba maltrato y no los dejaba salir, ni jugar y menos espantar.
Pasó el tiempo y un día se hicieron alrededor del fogón, se preguntaron, ¿qué hacemos para que se aliente el taita?, qué hacer para que ese malviento se aleje de la comunidad?... por qué no tenemos nombres? Entonces los duendes guaguas se inquietaron más sobre estos problemas…
Ante esta situación los duendes más preocupados por el taita salieron a buscar un macuco que les diera un buen remedio, ya que los que habían dentro de la comunidad no pudieron, porque estaban también enfermos de malviento.
Así fue, el macuco llegó a la comunidad y ofreció sus servicios, pero se sorprendió y dijo: habiendo tanta ruda, tanto paico, altamiza, calaguala y pispura, por qué no han sabido ustedes mismos curar al taita? Y ustedes como se llaman? Y mirándose la cara el uno al otro no supieron responder. Fue entonces cuando los mismos duendes comienzan a hacer sus propias agüitas de remedio, uno a uno se fueron curando, otros no quisieron ni siquiera probar los remedios y a otros les hizo mucho daño que quedaron mas chuecos que antes.
Después, hubo un cambio, porque a
Pasó el tiempo y un día se hicieron alrededor del fogón, se preguntaron, ¿qué hacemos para que se aliente el taita?, qué hacer para que ese malviento se aleje de la comunidad?... por qué no tenemos nombres? Entonces los duendes guaguas se inquietaron más sobre estos problemas…
Ante esta situación los duendes más preocupados por el taita salieron a buscar un macuco que les diera un buen remedio, ya que los que habían dentro de la comunidad no pudieron, porque estaban también enfermos de malviento.
Así fue, el macuco llegó a la comunidad y ofreció sus servicios, pero se sorprendió y dijo: habiendo tanta ruda, tanto paico, altamiza, calaguala y pispura, por qué no han sabido ustedes mismos curar al taita? Y ustedes como se llaman? Y mirándose la cara el uno al otro no supieron responder. Fue entonces cuando los mismos duendes comienzan a hacer sus propias agüitas de remedio, uno a uno se fueron curando, otros no quisieron ni siquiera probar los remedios y a otros les hizo mucho daño que quedaron mas chuecos que antes.
Después, hubo un cambio, porque a
(Aporte de los docentes Yanaconas de Rioblanco Sotará: Lida Carmenza Paz, Miryam Paz, Katalina Hormiga, Arnubio Papamija, Orlando Hormiga, Aristides Paz, Doris Chicangana. Los Robles. Minga Educativa. Agosto 3 de 2007).
No hay comentarios:
Publicar un comentario